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Caín y Abel

 

Caín y Abel

por R. L. Morrison

A lo mejor Ud. ya sabe que Caín y Abel fueron hermanos, los primeros dos hijos de Adán y Eva. Gen 4:2 nos dice que Abel fue pastor de ovejas, y que su hermano Caín fue labrador de la tierra. Llegó un día en que cada uno trajo una ofrenda a Jehová. Caín trajo del fruto de la tierra por su ofrenda; Abel trajo de los primogénitos de sus ovejas. Gen 4:4 dice que Jehová miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y a su ofrenda, no miró con agrado.

Si Ud. conoce el cuarto capítulo de Génesis, recordará que Caín se enfureció. Jehová le preguntó de su enojo: "¿Por qué te has ensañado...? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él." (Gen 4:6-7). Leyendo más adelante en Gen 4, aprendemos que Caín no venció a su enojo, sino que le dominaba a Caín. El versículo 8 nos dice que "estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató".

Recientemente, yo leí dos comentarios independientes sobre los sacrificios de Caín y Abel. Uno dice: "Se nos dificulta probar que la ofrenda de Caín fue rechazada simplemente porque no fue ofrenda de sangre." Y el otro: "Dios dio testimonio de la justicia de Abel al aceptar su regalo. Al rechazar a Caín y su ofrenda, Dios no dio testimonio de una inexactitud en los ritos de la adoración, sino al mal carácter de ese hombre." Más adelante éste escribió: "Pretendemos ser justos guardando escrupulosamente los sagrados detalles de la adoración ritualista. En vez de ser la expresión de una vida piadosa, la adoración así se hace un esfuerzo de agradar a Dios a través de ciertas prácticas formales. Por ejemplo, no es cuestión de no cantar durante la cena del Señor, de no observarla en medio de la semana, ni de cantar sin el acompañamiento de instrumentos, sino de adoración que proviene de corazones limpios." Y más adelante todavía: "Abel actuó ‘por fe’, pero eso no necesariamente quiere decir que había recibido instrucción en cuanto a su ofrenda. Es común aplicar mal aquí Rom 10:17: ‘Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.’ Pablo allí está defendiendo la aceptación de los gentiles."

Yo creo que ambos comentarios están equivocados. Así que examinemos algunas escrituras a ver lo que la Biblia tiene para decirnos sobre este tema.

Primero, Rom 10:17: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." (Confieso que no entiendo cómo esto pueda concernir la defensa de Pablo a los gentiles.) Pero cuando no hay revelación, no puede haber fe. Además, cuando no hay revelación, no puede haber desobediencia ni pecado, ya que el pecado es infracción de la ley (1 Juan 3:4). Puesto que Abel ofrendó por la fe, es muy evidente que Dios dio mandamiento tocante el sacrificio. Abel creyó lo mandado y obedeció. Su sacrificio fue aceptado. Caín no creyó, y por ello no obedeció. Su sacrificio no fue aceptado precisamente porque no fue lo mandado. ¡NO fue lo que Dios mandó! ¿La prueba? Caín infringió la ley, así desobedeciendo a Dios. Si no hubiera recibido ningún mandamiento o revelación de Dios, no habría sido bajo ley. Y si no fuera bajo ley, no habría infracción ni pecado; sería inocente. Pero el hecho de que pecó demuestra que SÍ era bajo ley. Dios rechazó su sacrificio porque no fue una ofrenda de sangre. El de Abel fue aceptado porque fue ofrenda de sangre, fue por fe. La ofrenda de Caín no fue rechazada por el mal carácter del hombre, sino porque no obedeció.

Esto es aparente y fácil de entender. Es necesario recordar que cuando no hay ley, no hay infracción. Los dos hijos de Adán y Eva recibieron instrucción (ley o mandamiento). Uno creyó, obedeció, y fue aceptado. El otro no creyó, ofreció lo que ÉL quería ofrecer, y Dios no aceptó su ofrenda.

La única manera de agradar a Dios hoy en día es obedecer su revelada voluntad. Si sustituimos nuestros deseos por lo que Él mandó, somos culpables de pecado. Bajo la dirección y el liderazgo de los apóstoles, los cristianos primitivos participaban de la cena del Señor el primer día de la semana (Hch 20:7). El hecho de que fue instituida en la víspera de la Pascua no cambia lo que los apóstoles revelaron a pesar de cuanta gente se queje de ello o trate de modificar lo que los apóstoles escribieron y practicaban.

El uso de instrumentos artificiales en el culto es completamente ajeno a lo que estos mismos apóstoles enseñaban y practicaban. Los que insisten en eso están absolutamente destituidos de escritura para mantener su posición. El Nuevo Testamento enseña y requiere SOLAMENTE música vocal en el culto a Dios. Los que insisten en un instrumento artificial están es la misma categoría que Caín, el cual ofreció lo que ÉL quería. Solamente los que conocen y obedecen la revelación de Dios (la que corresponde al tiempo en que viven) pueden ofrecer adoración que proviene de un corazón limpio.

Pero más adelante en el segundo artículo: "En este momento no recuerdo ningún caso en el cual Dios rechazara la sincera expresión de adoración de un justo aunque esos actos particulares no fueron mandados por Dios." Tal vez yo pueda referirme a tal ejemplo. En Lev 10:1-2 leemos de los hijos de Aarón: Nadab y Abiú. Fueron encargados del quemar de incienso delante de Jehová. Aquellos dos ofrecieron "fuego extraño", o sea fuego de una fuente que Dios NO mandó. El relato dice: "Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová". ¿Acaso cree alguien que Dios aceptó su acto de adoración? ¿Duda Ud. la sinceridad de ellos? Quizás fueran hombres sinceros y rectos. Fueron escogidos para servir en esa capacidad. Pero a pesar de la sinceridad, y a pesar de un deseo de agradar a Dios que tuvieran, queda el hecho de que su acto no fue aceptable a Dios. El rehusar a obedecer les costó la vida. ¿Esto tiene algún mensaje para nosotros hoy en día? Si tiene un mensaje sería éste: para agradar a Dios y ser aceptado por Él, hay que OBEDECERLE.

Hay muchos hoy en día que eligen seguir su propia voluntad y sus propios deseos en vez de seguir la voluntad de Dios. Como hice mención, actualmente la vasta mayoría de la gente religiosa usa instrumentos en el culto además de la voz humana. Las disculpas que hacen y las explicaciones que ofrecen revelan su actitud para con Dios. Algunos dicen, "Dios no PROHIBIÓ el uso de un instrumento". Otros aparentemente ni piensan en ello y usan cualquier instrumento que puedan comprar. Pero Dios dice, "CANTEN y alaben al Señor en sus corazones" (Ef 5:19).

Para adorar a Dios, el hombre primero tiene que respetarlo y procurar hacer Su voluntad, a pesar de lo que nosotros pensemos. ¡Qué necio que lo creado estime más sus propios pensamientos que los del que creó el hombre! ¡El hacer eso es rebelión y resulta en la perdición para los que lo hacen!

Pero considere un otro ejemplo de uno que evidentemente conocía el mandamiento de Dios y fíjese en la consecuencia de su desobediencia. En 2 Sam 6, leemos el relato de David quien reunió a treinta mil de los mejores hombres de Israel para mover el arca de Dios a Jerusalén. Dios había dado mandamiento de cómo mover el arca: sobre los hombros de ciertos sacerdotes. Sin embargo, David la colocó en un carro nuevo guiado por dos hombres, Uzá y Ahío. Cuando llegaron a la era de Nacón, los bueyes que llevaban el carro tropezaban. Uzá extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo. "Y el furor de Jehová se encendió contra Uzá, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios" (2 Sam 6:7). Este hombre perdió su vida por su desobediencia porque Dios había designado que los sacerdotes trasladaran el arca. Uzá violó la ley de Dios y pagó la consecuencia. Pero si no hubiera ningún mandamiento sobre cómo moverla, ¿habría sido culpable Uzá de infracción? ¡Nadie podría acusarlo de ser infractor de la ley si no hubiera ninguna ley!

¡No sea Ud. como Caín, así rechazando la palabra de Dios, sino como Abel, el cual obedeció lo que le fue mandado hacer! ¡No sea desaconsejado, sino comprenda la voluntad de Dios y obedézcala! ¡El rehusar resultará en la destrucción! ¿Cómo queda Ud.? ¿Obedece a Dios?