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¿Podemos entender la Biblia igualmente?

 

¿Podemos entender la Biblia igualmente?

por R. L. Morrison

Que la división sectaria existe hoy día es bien aparente y no se puede negarlo. Sin embargo, muchos que condonan esta división dicen: "Todos creemos en la Biblia; es la base de nuestra fe." Otros dan gracias a Dios por las diversas iglesias para que el hombre pueda escoger la que le guste más. Estas ideas tienen su base en la premisa que no todos podemos entender la Biblia igualmente. Mucha gente mantiene la idea de que una escritura dirá cosas diferentes y contrarias a diferentes individuos. Pero, ¿tales ideas agradan a Dios? ¿Estas creencias y prácticas honran y respetan a Dios? ¿Qué enseña la Biblia?

"El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta." Así dijo Jesús en Juan 7:17. También dijo, "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32). En la primera escritura, Jesús dijo que uno que tiene el deseo puede conocer su doctrina. En la segunda, dijo que hay que permanecer en su palabra, y aprender y conocer la verdad para ser libre del pecado. ¿Será que Cristo, quien murió para salvarnos, hizo tan difícil la verdad que nadie la puede comprender? Seguramente nadie cree eso.

Luego, Pablo escribió: "que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo" (Ef 3:3-4). Pablo dijo que por revelación algo le fue revelado que antes era un misterio. También dijo que leyéndolo, ¡es posible entenderlo!

Hay otros pasajes, pero uno puede ver que éstos enseñan que la gente  puede entender la Biblia. Si no fuera así, pues, ¡no tendríamos esperanza porque Jesús dijo que es menester el conocimiento de la verdad (la palabra de Dios) para ser libre del pecado! Y si la entendemos, la vamos a entender igualmente. Si no, ¡es cierto que el uno o el otro (o ambos) realmente no la entiende!

La verdad es absoluta. No se muda. Una verdad presentada en las escrituras está en armonía con el resto de la verdad. La verdad no le exige una cosa a uno y algo totalmente diferente a otro. Tampoco enseña la misma escritura una verdad a uno, y algo contrario a otro.

Muchas escrituras enseñan esto. Considere Fil 3:16, por ejemplo, "...sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa". También: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer" (1 Cor 1:10). No habría la manera de obedecer este mandamiento si la gente no pudiera entender el evangelio. El evangelio es lo que los une, posibilitándoles hablar la misma cosa y ser de la misma mente y del mismo parecer. Uno de los problemas en la iglesia corintia fue el de sus divisiones. Pablo los reprende, diciéndoles más tarde que no pudo hablarles como a espirituales porque eran carnales. Esto no fue por falta de entendimiento de la palabra, sino que ¡simplemente no pusieron en práctica lo que sabían!

Antes de su ascensión, Jesús les dijo a los apóstoles que predicaran el evangelio a todos. "El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Mar 16:16). ¿Cómo podría alguien ser condenado por no creer a menos de que sea posible entender la palabra que enseñaron? Pablo escribió en Gál 1:6-9 que es maldito el que tuerza el evangelio o predique cualquier mensaje diferente del de los apóstoles. Hay cosas difíciles de entender. Sin embargo, Jesús dijo que conoceremos la verdad. Lo que tiene que ver con nuestra salvación fácilmente se identifica y se entiende si el lector tiene una mente abierta y desea aprender la verdad.

Generalmente, entendemos igualmente las leyes terrenales. Al lado de las carreteras vemos letreros con instrucciones que supuestamente entendemos y obedecemos. Por supuesto, son para nuestro beneficio. ¿Daría el Dios de los cielos (y nuestro Creador) sus leyes en lenguaje más difícil de entender que el de las leyes terrenales? ¡Ciertamente no!

Las reglas que Dios ha dado para dirigir y guiar al hombre por la vida son claras y sencillas. Un profeta de la antigüedad preguntó, "¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?" (Amós 3:3). Es obvia la respuesta. El problema está con el hombre, que quiere que Dios esté de acuerdo con sus ideas y pensamientos (en vez de aprender para estar de acuerdo con Dios). Pero el nuevo testamento enseña que NOSOTROS debemos de ser reconciliados con Dios, no que Dios debe de ser reconciliado con el hombre. (2 Cor 5:18-20).

Tenemos conciencia de muchas verdades que nos ayudarán a comprender mejor la pregunta del título. Por ejemplo, considere unos simple problemas aritméticos. Dos más dos son cuatro. Dos multiplicado por cinco son diez. Seis más seis son doce. Cualquiera (joven o viejo) que entienda los principios básicos de la aritmética entenderá todas estas respuestas. Pero si alguien dijera, "seis más seis no son doce sino once". ¿Estaría Ud. de acuerdo con esa persona? ¿Diría, "Bueno, como quiera Ud. Aunque está equivocado, realmente no importa."? Sinceramente dudo que nadie concordara.  importa. Nadie puede entender estos principios y decir que seis más seis son once. ¡Imagine los problemas que surgirían diariamente en los negocios si no quisiéramos o no pudiéramos cumplir con estas reglas matemáticas! Tenemos que seguir las reglas de la adición, la substracción, la multiplicación, y la división. Y al que no las siga, no le decimos que no importa. Ése simplemente no entiende los principios de la aritmética. No es cuestión de que "Ud. tiene su opinión y yo tengo la mía porque realmente no importa". Todo el mundo sabe que  importa.

¿Por qué para muchos es esto inaceptable en cuanto a lo de esta vida, pero aceptable en cuanto a lo de la vida eterna?

No hay ni una frase ni un mandamiento en toda la escritura (si la aplicamos bien) que divida o separe los que creen en Cristo. La razón por la cual Dios reveló la palabra fue para hacer una familia, una iglesia, o un reino de todos los creyentes. Pablo escribió: "Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros" (Rom 12:4-5). Y otra vez: "un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación" (Ef 4:4). Jesús oró por la unidad de los creyentes. "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste." (Juan 17:20-21)

La división que existe hoy en día entre los que profesan seguir a Cristo no agrada a Dios. Generalmente, esta división no es por causa de lo que la Biblia dice, ¡sino por causa de lo que NOdice! Otra vez, Dios no habló ni palabra ni mandamiento ninguno que divida o separe su pueblo. Tal cosa sería en contra a la unidad de creyentes por la cual Cristo oró.

Nadie debe justificar una práctica solamente porque no es prohibida. Dios, al revelarnos lo que desea, no nombró específicamente todo lo prohibido. Si todos intentáramos hacer lo autorizado y aprobado de Dios, mucha de la división ya no existiría. El hombre no tiene ningún derecho de añadir a la palabra de Dios, cambiarla, o hacer sus propias reglas para suplantarla.

En conclusión, la palabra de Dios sí puede ser entendida por todo que la quiera aprender. La división resulta cuando el hombre cambia la Palabra o sustituye algo en su lugar. Ud.  puede entender la Biblia SI su intención es agradar a Dios y no a los hombres.