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¿Qué es la verdad?

 

¿Qué es la verdad?

 

por R. L. Morrison

Enjuiciado ante Poncio Pilato, Jesús dijo, "para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad" (Juan 18:37). Pilato, tal vez considerando las acusaciones de los judíos contra Jesús (y el hecho de que no podía comprobarlas), preguntó, "¿Qué es la verdad?"

Esta pregunta está en la mente de muchos hoy en día. Observando las condiciones actuales en la religión, alguien posiblemente quisiera preguntar al igual que Pilato, "¿Qué es la verdad?" Los muchos cuerpos religiosos de hoy día enseñan doctrinas observan prácticas que son totalmente contrarias. Pero todos afirman estar sirviendo a Dios y agradándole. Así que, ¿qué es la verdad? ¿Se contradice la verdad? ¿En realidad existe tal cosa como la verdad? Si existe, ¿se define por los deseos y la consciencia del hombre? Estas preguntas son pertinentes a las condiciones que existen hoy en día. Las respuestas también existen, y es posible comprenderlas con estudio diligente.

La fuente de estas respuestas es la palabra de Dios. El versículo citado más arriba no es la única vez que Jesús habló de la verdad. Consideremos algunas cosas que la Biblia enseña sobre la verdad.

"...Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). Aquí tenemos la respuesta a la pregunta de Pilato. También contesta la misma pregunta para los que la hacen actualmente. En esta escritura, la verdad iguala a un individuo: el hombre Jesucristo. Dios el Padre es la última verdad, mientras Jesús, como Dios el Hijo se la reveló a la humanidad. Esta verdad es necesaria para que el hombre obtenga redención.

"...Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32). Jesús es la personificación de la verdad; sus palabras la revelan. En esta escritura, él declara la necesidad de continuar en sus palabras, viviendo según sus instrucciones para ser librado del pecado. Esto sabemos porque Jesús vino a salvar a los pecadores (Mat 1:21). Esta libertad (perdón) no es solamente de los pecados anteriores, sino que si uno sigue andando en la luz (la verdad), él es librado de todo pecado. Vive de tal manera que el pecado no se le inculpe. Este modo de vivir, junto con la fe, resulta en la salvación eterna (1 Ped 1:9).

"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16:13). Jesús les prometió a sus apóstoles que el Espíritu Santo les vendría para dirigirlos en la revelación de toda la verdad (Juan 14:16-17; Hch 1:4-8).

La promesa de Jesús fue cumplida el próximo día de Pentecostés (Hch 2:1-4), y los apóstoles empezaron a predicar la palabra de Dios: el evangelio de Cristo y la salvación por medio de su nombre. Note que Jesús dijo que el Espíritu les guiaría a toda la verdad. Anteriormente, Jesús había dicho en una oración al Padre, "tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Así que la verdad que el Espíritu Santo reveló es la palabra de Dios.

Pablo escribió a Timoteo diciendo, "Toda la Escritura es inspirada por Dios...a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Tim 3:16-17). Santiago escribió que uno debe recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar su alma. Él también se refiere a la verdad como "la perfecta ley, la de la libertad" (Stg 1:21-25). Pedro escribió, "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia" (2 Ped 1:3).

Estos pasajes nos enseñan que el Espíritu Santo les guió a los apóstoles de Jesús en la revelación del Nuevo Testamento (la verdad) al hombre. Esa revelación es perfecta y completa. Nos ofrece todo lo que podemos y debemos saber acerca de la voluntad de Dios y lo que debemos hacer: como vivir para escapar la condenación eterna. Ya que la palabra es perfecta, ella no se contradice. No le enseña una cosa a una persona o iglesia y algo contradictorio a otra persona o iglesia. La verdad revela las mismas cosas de la misma manera a todos. Dios no hace acepción de personas.

La verdad sí existe. No se determina por la consciencia ni por los deseos de hombres. La verdad es la voluntad de Dios revelada por el Espíritu. Pablo escribió a la iglesia en Éfeso diciendo "que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo" (Ef 3:3-4).

Piense de nuevo en la actitud y en las palabras de Pilato cuando Jesús fue acusado ante él. Hizo esta pregunta: "¿Luego, eres tú rey?" Respondió Jesús, "Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz" (Juan 18:37).

Luego Pilato le dijo: "¿Qué es la verdad?’ Aparentemente no esperó la contestación a su pregunta, porque el relato dice que salió otra vez a los judíos. Se conmovió bastante para preguntar acerca de la verdad, pero no para aprenderla. Parece que muchos hoy en día siguen las pisadas de Pilato con respeto a la verdad. Algunos, como él, no esperan la contestación. Otros, al ver la verdad revelada en la Palabra de Dios, no la aceptan por lo que es: la verdad. Otros aceptan la verdad en parte, rechazando la otra parte. Es imposible hacer eso si uno pretende agradar a Dios. Jesús dijo, "Tu palabra es verdad". Se necesita toda la verdad para hacerle a uno libre de pecado.

Otros hoy en día profesan ser creyentes de la Biblia, aun hasta el punto de reconocer que el evangelio de Cristo es la única fuente de la verdad. Aun así, muchos de ellos se desvían de la Palabra de Dios a las doctrinas y los mandamientos de hombres. Por ejemplo, piense en lo que Jesús dijo al entregar la gran comisión a los apóstoles: "...Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Mar 16:15-16). Estas palabras de Jesús son la verdad. Pero muchos actualmente que afirman creer ¡rechazan las palabras de Cristo, enseñando que uno es salvo por la fe solamente, y que el bautismo no tiene nada que ver con la salvación!

Dios nos amó tanto que mandó a Jesús para salvarnos de la culpa y de las consecuencias de nuestros propios pecados. Dios ha revelado la verdad por la cual somos salvos. La reveló de tal manera que podemos comprenderla, obedecerla, y vivir según sus instrucciones para alcanzar la vida eterna.

Hemos discutido varias cosas que el Nuevo Testamento enseña sobre la VERDAD. Es la Palabra de Dios revelada por el Espíritu Santo a través de hombres inspirados. Es lo que se le llama La Biblia. La gente hoy en día tiene muchas distintas ideas sobre ella, pero esto tiene que ser establecido y creído: la Biblia, siendo la VERDAD, no puede contradecirse. De otro modo, no sería ni la verdad ni de Dios. Mucha gente no comprende esto. Tal vez no piensen en ello, pero en el mundo sectario, hay muchas contradicciones entre los que afirman estar creyendo y siguiendo la Biblia. Considere los muchos nombres religiosos. No sé cuántos nombres de iglesias humanas hay, pero son muchos. Al ser preguntado algunos dicen, "¿qué importa un nombre?" Si no importa, ¿para qué llevarlo? Pero sí importa ya que separa un grupo de todos los demás. Su función y adoración son diferentes. Pero eso no puede ser si siguieran la Biblia. Enseñan diferentes doctrinas sobre la salvación. Practican diferentes cosas en la adoración. Tienen diferentes jerarquías eclesiásticas. Éstas son solamente algunas de las muchas diferencias que existen entre los sectarios de hoy día. Pero el Nuevo Testamento no enseña que el hombre haga lo opuesto a la verdad. ¿El problema? El hombre escoge complacerse a sí mismo, así rechazando la voluntad y la sabiduría de Dios. Al rehusar obedecerle, se priva de la misericordia de Dios.

Dios dará retribución a los que no le conocen ni obedecen al evangelio, lo cual es el poder de Dios para salvar a la humanidad perdida.


¿Qué significa la verdad para Ud.?